Es una huevera de cerámica de tipo medio cascarón, de las denominadas "de piernas", con el borde superior a ondas, que representa la parte inferior del cuerpo de un niño.
Y he aquí el meollo de la cuestión, que es, ni más ni menos, el por qué decimos niño y no niña... Pues, la verdad, es que nos lanzamos a determinar que es el cuerpo de un niño por el simple hecho de que va vestido de azul. La misma figura, de color rosa, nos hubiera dado la impresión de que se trataba de una niña. Y es que la famosa y vilipendidada división de colores, rosa para niñas y azul para niños, parece que no se ha erradicado del todo, al menos de nuestras cabezas (de las personas de cierta edad...).
Esta pieza forma parte de una serie de la que ya os hemos mostrado otro ejemplar. Aquella, como ésta, nos la ha regalado nuestro amigo Óscar (ohm). La compró en Barcelona el 15 de junio del 2002.
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