Regalos y recuerdos...

Muchas de las hueveras que componen mi colección me las han regalado. Para tener un recuerdo de cada uno de esos presentes y, sobre todo, de las personas que tan generosamente me las han ofrecido, quiero dejar constancia aquí de mi agradecimiento.

jueves, 5 de febrero de 2015

De Maastricht (Holanda)


Nº 5.470

Regalo de  Luis 

La huevera representa la mitad inferior de una persona y, puede deducirse por su indumentaria, que se trata de un chico. Va vestido con unos pantalones negros abombachados, un cinturón ancho y calza unos zuecos.
Estas prendas corresponden al traje típico holandés, en el que el calzado es el elemento más característico. Los zuecos son utilizados en otras regiones de Europa, siempre en lugares húmedos, y se hacen con diferentes tipos de madera, siendo el álamo una de las más apreciadas. Para su uso cotidiano en las faenas del campo, suelenn utilizarse sin decoración alguna, pero para otras ocasiones se suelen adornar profusamente.
Si queréis ver zuecos, os recomendamos el museo Klompenmuseum "De Platijn" en Best, que fue el primer museo de zuecos en Holanda. Allí se se muestra cómo se fabrican, qué usos se les daban, cómo se decoraban, etc.
Esta pieza la compró Luis, yendo conmigo, en Maastricht, el 14 de junio del año 2007.

  

miércoles, 4 de febrero de 2015

De Suecia




Nº 2.735
Regalo de   Gloria G. V.


Huevera de forma bucket, de cerámica color azul verdoso, con una cenefa de triángulos en relieve cerca del borde superior. Ha sido producida por el Taller Upsala Ekeby, de la localidad sueca de Upsala, activo desde finales del siglo XIX hasta 1973 y famoso sobre todo por contar con originales diseñadores durante los últimos años de su existencia. Formaba parte de un conjunto de cuatro piezas, cada una de un color.
El esmalte de la presente huevera está un poco desgastado, especialmente en el borde superior, por lo que se puede ver en dicha zona la arcilla roja de la que está hecha, detalle que en principio, no tendría que verse. 
Tía Gloria (para mis hijos) compró las cuatro hueveras para un apartamento que tenían sus padres, y después me las quedé yo.  No se sabe exactamente cuándo las compró, pero sí que las trajo de una viaje a Suecia.